fue como nos dimos cuanta de que ellos eran demasiado orgullosos como para luchar por ellas, y ellas demasiado cabezotas para rendirse tan fácilmente. Y ambos tan simples como para no poder vivir los unos sin los otros. Y una cosa tan sencilla nos ha llevado tantos quebraderos de cabeza...impresionante...y tan triste como mágico.
Marisol
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mi niña, ¿cuando aprenderemos a querer a quienes se merecen nuestro amor?
ResponderEliminar¿Cuando aprenderemos a ser tan cobardes como ellos?