Porque no se trata de olvidarte porque sí. No se trata de dejarte en otros labios, de envolverme en otros brazos traicionando lo que siento. No se trata de engañar a esa nueva persona ni a mis sentimientos.
Mis pensamientos te persiguen y mis emociones me delatan. No se trata de perderte ni de encontrarte. Ni siquiera de olvidarte. Se trata de aceptar la realidad y seguir adelante.
Ni siquiera pienso en que merezcas o no la pena. Pienso en que yo sí la merezco y no supiste verlo. No supiste valorar lo que te ofrecí. Y eso sigue sangrando. Sigue doliendo en el centro de mis entrañas.
He pasado de añorarte siempre a echarte de menos a ratitos. Cada vez más chiquitos. E incluso ya no te extraño a ti, sino a lo que me hiciste sentir.
Es realmente curioso verte porque sólo lo he hecho en sueños durante meses.
Es curioso como un amor que fue real puede convertirse en algo hipotético y onírico.
Y es que, como dice Belanova, nada es más triste que oír hablar de ti en estos momentos. Así que tendré que dejar de pensarte y de hablar de ti. Sí, será lo mejor.
Marisol