Se dice que no hay ruido más ensordecedor que cuando un corazón se rompe. Las lágrimas brotan y los demás sólo escuchan el llanto desconsolado del desamor. Sin embargo, el ruido puede seguir durante semanas o meses dentro de esa persona.
Porque se vive sin esa persona sin ningún problema. Al cabo de cierto tiempo el dolor se va mitigando y poco a poco va dejando de doler ese vacío que dejó al echarte de su vida. Con el paso de los meses te das cuenta que todo fue para mejor. en tu caso y en el suyo. Te deseas y le deseas lo un futuro prometedor y radiante. Y sabes que así será porque habéis nacido para brillar, aunque probablemente sea por separado.
No huyes, no tiemblas, no maldices más. Todo es tal cual debe ser, porque no puede ser de otra manera. Todo ha sucedido así por alguna razón. Y llega un momento en el que sueltas para crecer, para agradecer y para dar la bienvenida a todo aquello que está por venir.
Y a ti, que sé que en algún momento lo leerás, sólo puedo darte las gracias por haberte cruzado en mi camino. He aprendido y he crecido como persona. No cambiaría ni un sólo segundo de lo vivido a tu lado. Ya no dueles tanto, pero te sigo llevando a todas partes.
Marisol