Llega un momento en la vida en el que tienes que actuar de manera diferente para conseguir otros reultados. Hay miedo e incertidumbre, por supuesto. Mas no cabe duda de que también hay esperanza y confianza. Confianza en que las cosas cambiarán para mejor. Cuando se cierra una puerta se abren ventanas, puertas, balcones, ventanales...Llega un momento en el que un camino se hace angosto, caen piedras y árboles que te bloquean el paso y debes seguir caminando; eso sí, tomando otro camino.
Y cuando ese momento llega, sabes que debes decir adiós a situaciones que te perjudican y a personas que, por circumstancias, no pueden acompañarte en este tramo, pero que tal vez vuelvas a encontrar más adelante.
Así que con todo el dolor de mi corazón te digo adiós. Pero no es un adiós de esos que implican un "hasta nunca", ni un "sayonara, baby" ni nada de eso. Es un adiós sano, un adiós que quiere decir un "hasta otra". Ahora nos toca separarnos, andar por caminos separados, diferentes. Todo ello no quiere decir que no volvamos a coincidir en una intersección. El mundo da muchas vueltas y tal vez me vuelva a llevar hasta ti. Hasta que nos volvamos a encontrar, sweetheart. Te mando un beso, un abrazo y un te quiero para el camino.
Marisol