Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

sábado, 22 de noviembre de 2014

EN LAS GRADAS

En las gradas se sienta uno cuando se considera espectador de lo que acontece. Miles de personas se postran intrigantes expectantes para comprobar con todos sus sentidos que han ido a experimentar algo que no les va a causar decepción.

Y así es, en cierto modo, lo que veo yo.

La vida es toda la expectación que mis sentidos perciben desde mis gradas. Porque allí me senté un día inconsciente, sin saber que de allí apenas me movería... y me senté por voluntad propia, feliz con mi libreta y mi bolígrafo de poder anotar con precisión y literatura todo aquello que pudiera alcanzar con la vista, el oído y los sentimientos.

Y aquí sigo... en mis gradas postrada cada tanto por algún problema u otro de salud.
Pues a cada uno la vida le da su papel y, en mi caso, me dió el de periodista... la que se sienta conforme y se desvive por aclarar todo lo que acontece para aquellos que, después de vivirlo, decidan repasar y sopesar lo que se considere importante.

Y hay tantas cosas que me encuentro aquí sentada... tantas y maravillosas historias que acontecen mientras yo no puedo caminar, mientras estoy presa de un ataque de ansiedad, mientras camino adormecida tras unas noches de insomnio o, sencillamente, por que el virus que acechaba mis alrededores a considerado oportuno visitarme antes de irse.

Sea cual sea el caso, frecuentemente me quedo postrada en las gradas de mi cama y de mi vida y me conformo con ver como el resto vive por mí y experimenta por mí mientras yo, aquí quietecita, me permito el lujo de darle rienda suelta a los vocablos castellanos y darles la forma y el color que se me antoje... al menos en ello sí mando yo.

Mas tras tanto infortunio, mucha envidia para con los sanos inconscientes que no se percatan de lo que tienen y cada vez más resignación y mucha consabida paciencia... me dedico a filosofar sobre las cuestiones imperantes de nuestras vidas... ¿Y quién sería yo ahora si la buena suerte me hubiese acompañado a lo largo de mi vida? Desde luego no la misma. No sabría ahora que la muerte no es algo  a lo que tenerle miedo sino una alerta constante que te impide dormirte en los laureles y darte el empujón necesario para hacer y vivir todas esas cosas que te tocan por derecho y obligación. No sabría el esfuerzo cuán precio tiene ni lo difícil que es conseguir tus propias metas cuando tu cuerpo no te lo permite.
No sabría a lo que sabe el triunfo de quien consigue algo muy pequeño pero que le ha costado un mundo entero.
Tampoco entendería de la radiante energía que a uno lo desborda cuando se siente realmente bien, cuando nada le duele ni nada le pesa.

Y por entender muchas cosas me quedo sin vivirlas lo que debiera.

Y quizás ahora sí y buenas noches.
Mañana el destino decidirá si me levanto de las gradas para dar un paseo por la vida misma.

Marina

miércoles, 6 de agosto de 2014

DE AMARTE

¿Por qué me amas?
Preguntas reiteradamente cada día mientras te lanzas a un abrazo infinito y me rodeas con tu ternura y con tu olor.
¿Por qué me lo pregunta?
Respondo torpemente inundándome de ti al respirar muy profundo.
Y se hacen los silencios, y de ellos crecen otros más silenciosos aún... y de estos últimos una tercera generación de silencios absolutos que se mezclan con el sonido de tu latido y del mío.
Que por qué amarle... y qué contestarle una lengua insolente a lo que un corazón repleto de todo y vacío de nadas respira en su interior.

Y no lo sé, mi amor, por qué te amo. Y tampoco cuánto tiempo eclipsaremos la luz del Sol cada vez que nos miramos. Ni puedo adivinar cuánto tiempo me regalará la vida contigo, a tu lado, sonriendo cada vez que no me miras porque no me has descubierto admirándote en mis íntimos pensamientos.

Y no lo sé, ni debiera saberlo, mi bien. Y tampoco cuántas dudas se sembrarán en nuestro camino diario de mi piel a la tuya.

Ni tú tampoco, corazón. Nada sabes de por qué así me miras ni de cuánto así me quieres. Porque no sabes sumar los roces con los olores, ni restarle los miedos a los desengaños.

Ninguno de los dos es catedrático en matemáticas avanzadas del amor. Somos simples aprendices de lo que nuestras manos investigan, de los recovecos que observamos en nuestra piel y de los aromas que perfuman los sentidos.

Aunque de algo sí que entiendo, mi vida. Entiendo de reconocerte en cualquier sombra, entiendo de tu olor que aún queda en tu habitación, entiendo del rastro que dejan tus dedos sobre el botón de tu reloj despertador. Entiendo de los calcetines blancos que esparces por todos los sitios sin atinar a encontrarlos nunca donde debieran. Entiendo de cuando te frotas los ojos con los puños porque el sueño te vence. Entiendo de tus diferentes risas y tu mismo llanto. De tus miedos y de tus preocupaciones. Entiendo del amor que salpica a cada niño que se cruza por tu paso. Entiendo de lo miserable que sería la vida si no estuvieras a mi lado.
De tantas y tantas pequeñas cosas entiendo que le ocupé el sitio a las grandes cuestiones del mundo y de nuestro universo.
Pues no recuerdo las fechas de los gobiernos pero sí las de nuestros encuentros.
No atino con los idiomas pero al dedillo me conozco tu lengua.
No reconozco más de tres perfumes famosos pero tu olor me llega incluso cuando no estás cerca.

Que te amo y de eso no hay más pues en la simpleza resta lo sincero.
Es amar mi razón contigo.

Te amo.

Marina

REFLEJOS DE UNA SOCIEDAD ANÓNIMA

De todo..
De tantas cosas vacías, huecas, sin sentido, se hablan diariamente.
De nada...
De pocas palabras ciertas, de pocos aprecios sinceros... y tanto...
Tanta abundancia de batallas emocionales, tantas trincheras tras las puertas de mis días... tantas y tantas espadas sueltas por encima de las mesas y las sillas.
Pero me río... me río y reímos y luego, tras reír juntos, nos vamos a llorar nuestra suerte cada uno por su lado.
Mas no nos hundiremos.
No caeremos,
No nos rendiremos.
No encontraremos jamás pruebas reales y jurídicas para hablar de verdadera violencia psicológica, de presión, de coacción, de amenazas, de injurias... nunca quedarán pruebas del día a día de personas trabajadoras y luchadoras en medio de una nada hipócrita llena de gentes ajenas y felices de todas las partes del mundo.
Es el mundo laboral de los que poca labor tienen derecho a desempeñar dignamente.
Es el mundo de los oprimidos, el mundo de los perdedores, el mundo de la esclavitud del siglo veintiúno. Es el maldito mundo real.
Donde la justicia llega a todos los bolsillos llenos y nunca a los que ya están rotos.
Donde la ley se cumple a golpe de engaños.
Donde se reinventan los significados y sus memorias para hacer la voluntad del que se esconde tras la sombra de la fortuna y de la quiebra.
Donde quienes no tienen les pertenece tener y quienes tienen no les pertenece el tenerlo.
Donde se habla con los pies y se camina con la lengua.
Donde los saludos se graduan según el nivel del miedo.
Bienvenidos, señores, a un mundo gobernado por los cerdos.
Marina

domingo, 16 de febrero de 2014

No memories

Who is going to care after all this time, me being alone in the darkness...complaining about everything you could possibly complain...not being able to even say I need you.

Marisol