Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

sábado, 16 de julio de 2011

SOBRE BUENAS COSTUMBRES

Invito a leer este fragmento de sabiduría, invito a quienes tienen un corazón sensible a que lloren por la emoción de lo que leen, e invito a los que tienen el corazón marchito a que lloren también, aunque sea por el saberse vacíos por dentro.

Invito infinitamente a todos y a todas, pues yo no puedo dejar de llorar al leerlo, no obstante, tranquilos, no desesperéis por mí pues sé perfectamente por qué lloro, mal que me pese, poseo un corazón sensible que se ha quedado marchito.

Buena lectura:


No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.

No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores.

Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía y la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto.

Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el frazaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: ¡Sí!.

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.

No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.

ORIAH MOUNTAIN DREAMER

jueves, 14 de julio de 2011

LA MIRADA DE LO REAL

Respiras hondo; como inundándote de conciencia por uos escasos segundos. Puedes mirar a cualquier lado, no importa, todo parecerá tener más luz.

Hay pequeños momentos en la vida que aparentemente carecen de importancia, no obstante; es un obvio error. Hoy he vivido unos segundps aparentemente normales que encerraban lo que puede ser el mejorpago por mi trabajo. ¡Qué más da todo lo anteriormente o posteriormente vivido en el día! Eses es mi momento, con eso me quedo hoy; por ello sonreiré mañana.

Pues hoy, como nu día cualquiera me he ido al trabajo; he entrado en el centro y me he ido a directa al salón a saludar a mis pequeños y, para mi sorpresa, con gafas de sol, bolso y llaves en mano no he podido hacer frente a un placaje de abrazos y besos. Se me han lanzado encima: un abordaje espontáneo del cariño puro de un niño. ¿Cómo no quererlos? ¿Cómo no sonreírles cuando duermen? ¿Cómo no acariciarles el pelo y besarles para tranquilizarlos? ¿Cómo no dedicarte a este trabajo con gusto y tesón?

Si en algún momento puedo verme envuelta de oscuridad, ellos, sin dar opción a duda, darán luz a mi vida pues estos pequeños traviesos me purifican el alma. Me dan paz y yo los adoro.


Me he encontrado este texto en mi cuaderno, junto mis libros de estudio y he sonreído pues hoy he recibido más calor y amor. Cuando un niño te pide un beso y te ofrece un cálido abrazo, cuando te dicen que cuando se vayan con los papás de vacaciones te echarán de menos, no puedes más que admirarles por esa gran capacidad de amar, de tener un querer tan puro, de mostrarse tal como son sin tapujos. Porque son mis ángeles, son mi pedacito de cielo en la tierra, son la realidad maravillosa con la que me topo cada día.

Y al salir de este hogar y respirar el aire cálido de la noche de verano me pregunto vagamente si no puede salir alguien tan feliz de su jornada de trabajo y es cuando me sonrío a mi misma y me digo: acertaste, amas tu trabajo y tu trabajo te ama a ti.


Por mis ocho pequeñajos, por el equipo tan maravilloso con el que comparto ahora y con los que he compartido en otros sitios, por la suerte de pertenecer al menos un instante en la vida de unos niños muy grandes.


Marina

miércoles, 13 de julio de 2011

LAS PALABRAS QUE CURAN: UNA LECCIÓN

No lleves nunca a cuestas más de un tipo de problemas a la vez. Hay quienes cargan con tres: los que tuvieron, los que ahora tienen y los que esperan tener.

Edward Everett Hale

Extracto del libro "Las palabras que curan." Álex Rovira, RBA Revistas S.L

Porque casualmente te topas de frente con las palabras apropiadas en un momento apropiado de tu vida, por ello he querido compartir estas palabras pues soy de los que tienen a cuestas los tres tipos de problemas: porque no me deshago de un pasado traumático y desgarrante, porque en el presente me agobia la presión y porque busco las posibles salidas a los problemas que sé a ciencia cierta que casi sin remedio aparecerán en un futuro no muy lejano.

Porque me agota mentalmente todo ello, por esto... quizá estas palabras empiecen a curarme.

Marina

sábado, 2 de julio de 2011

ENTRE BARROTES INTERNOS






Deducciones libres de impuestos. Tablas numéricas con la mugre del tiempo. Un esquema mental desordenado. Muchas cosas en muy pocos sitios. Tardes tempranas. Mañanas ya tardías. Todo lo desubicado marcado en un punto fijo. Los sinsabores del sinsentido.






Rayas en una pared, el paso del tiempo contando. Minuciosos los cálculos, una condena en el corazón, la libertad anhelada en la esquina de enfrente. Una carretera por cruzar plagada de insolentes coches.






Quién puede llegar a vislumbrar todas las inquietudes personales de quienes han perdido quizá demasiadas oportunidades o de quienes se han sentado a esperar alguna y les llega con retraso.






Quién puede entender la concepción irrelevante del tiempo en lo cotidiano de quien vive preso de sus miedos, de sus errores, de su oscuridad.






Quién, quién sinó uno mismo para descubrirse, quererse, apreciarse y gratificarse...pues en la celda de la mente no convive más que uno mismo.






Marina