Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

martes, 31 de diciembre de 2013

SIN SABOR

Tenerlo todo y realmente no tener nada. Como si la vida se compusiera de humo, como si en realidad ni tú misma existieras.
Las fuerzas de la vida, las consecuencias de actos ajenos, los momentos aparentemente inocentes que te desencadenan un futuro incierto...los avaratares de la vida, dixen.
Quisiera tener la fuerza y el poder de un mismo dios para de un plumazo girar la vida.
Porque humanamente solo me queda la resignación y mi cuerpo necesita más que eso.
Porque son fechas señaladas para ser feliz y estar con los tuyos y los míos los siento muy lejos aunque de lejanías, quizás, solo entiendia yo.
Porque soy yo quien corre como endemoniada hacia ninguna parte. Porque quiero irme de aquí y desaparecer. Porque quiero gritar y llorar y seguir gritando y llorar aún más fuerte.
Surmergirme en agua caliente y no despertar.
Terminar el aire que respiro y pedir un poco más de oxígeno.
O quizás volver atrás en el tiempo y dedicarme a mí en vez de a la vida... al menos ahora tendríamos un empate de esfuerzos.
Odio todo lo que me rodea, odio la hipocresía, odio el alcohol, odio la desgracia, odio las sonrisas y también las lágrimas.
Odio con más fuerza los halagos y me invaden todavía más los insultos.
Asqueo cada vez que me desnudan con la mirada nublada de éxtasis y copas de barra.
Y esas manos que posan sucias y turbias sobre mi mesa de trabajo.
Repugno con fervor el pringue que dejan tras horas de desgracias los combinados.
Y ya no puedo más entendiendo que emprendí las fuerzas para mejorar un absurdo mundo y ahora me dedico a empeorarlo...y a empeorarme.
¿Dónde quedaron mis buenos propósitos para con la vida?
¿Dónde residen las fuerzas para entenderla?
¿Y qué fue de mi oportunidad para trabajar duro y volver a casa con una sonrisa?
En agua de borrajas, quedó.
En un esfumado recuerdo restará.
Y qué bajo caemos cuando vamos sin red... cuando el fondo no tiene fin...y triste es sentirse así cuando todavía sigues cayendo y sabes que el fondo está por llegar.
Y tras largas palabras de realidad... Feliz Año Nuevo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

DE MADRUGADA

Las tres de la madrugada y no estás. Duermes, espero que plácidamente. Desvelo, intuyo que por poco tiempo...
Mañana ya estarás en pie trabajando, concentrado, intentando que las horas se lleven mejor entre ellas hasta nuestro nuevo encuentro... Mientrastanto, aún continuaré yo en mis sueños.
Mas esta noche no sé qué me atormentará...sueño sola y me despierto más sola todavía.
Porque rápido me acostumbré a tu mano acariciando mi pelo mientras el sol tocaba con su magia el día.
Amanecieron primero mis ganas de volar contigo y después, sólo después, me di cuenta que no tenía todavía alas.
Abrir los ojos y encontrarte de frente, a mi lado, que daban igual las horas y lo tarde que se llegara a la vida en el exterior... era un sueño. Abrir los ojos ahora es cerrarlos cegada por la pesadilla de no tenerte.
No sé lo que es el amor. Materia absurda que nunca entendí y dudo hacerlo en lo que me reste en este maravilloso mundo. No entiendo de amor y, sin embargo, no sé de otra cosa que no sea amarte.
¿Sabes lo que es, mi vida, que se congelen mis miedos entre tus dedos al recibir una caricia?
¿Conoces la magia de sonreír a la contraluz de tus palabras?
¿Has visto alguna vez, mi amor, cómo mis lágrimas te decían "quiero pasar el resto de mi vida contigo"?
Mis energías se esfuman si no consigo enredar mis dedos con tu pelo.
Dibujar el contorno de tus labios con mi dedo índice mientras te sonrío.
Mirarte, y mirarte... y no dejar de hacerlo mientras estás concentrado en otra cosa... y alterar así tus prioridades momentáneas...porque adoro ese poder magnético que mis ojos tienen sobre el rubor de tus mejillas.
Y cuando duermes... esa paz que inunda todo mi espacio... mis costillas se ensanchan para que quepas aún más dentro de mi corazón.
A contrapecho... así quiero respirarte.
Déjame que te deje entrar de nuevo en el paraíso de quien sabe quererte.
Aguárdame, mi vida, que tengo toda una vida para alcanzarte.