Te levantas más cansada de lo habitual y te miras al espejo. Maldito espejo, reflejo de verdades tan duras. Alguien al otro lado te devuelve una mirada eterna que al principio te cuesta reconocer. Cuando consigues despertarte del todo te das cuenta de que ese alguien eres tú, cuanto has cambiado, como ha pasado el tiempo, si parece que fue ayer cuando aún soñabas con poder volar...Te vuelves a mirar, en busca de algo...esas cicatrices que buscas no se reflejan en tu cara; están en tu corazón.
Marisol
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