Por ser aceptados nos convertimos en aquello que no somos. Aquello que los demás desean que seamos. Nos olvidamos de nuestras raíces e inventamos una nueva persona, clon tuyo, al que poco a poco comienzas a odiar. Te das cuenta de que te necesitas para crecer y aprender que la protagonista de tu vida eres tú y que tienes que aceptarte y quererte como mereces. Tan sólo de esta manera te aceptarán los demás y comenzarán a amar a la persona que realmente eres, con tu virtudes y defectos, pues; al fin y al cabo, somos irremediablemente humanos y convivimos día a día con nuestros triunfos y nuestros errores.
Marisol
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario