Jamás sabemos cuando algo tiende a empezar o a terminar. Todo lo relacionado con las relaciones interpersonales dejan huella en nosotros sin permitirnos manejar los hilos de la realidad.
Un manojo de sentimientos incontrolables ahogan nuestra sensatez y nos transforman en pequeños seres inexpertos de la vida y del amor. Da igual cuántas veces hayas vuelto a empezar, da igual cuántas historias hayas dejado en el camino hacia la felicidad... da igual porque seguimos siendo torpes, ingenuos, asustadizos... seguimos buscando el tópico del amor sin darnos cuenta que el amor no es mirarse a los ojos sino mirar hacia un mismo lado. Basta ya de dejarnos soñar, es hora de empezar de nuevo poniendo los pies sobre el suelo de la realidad pues, para sueños ya tuvimos bastante alguna vez... y esos sueños nos hicieron caer como el papel mojado... destrozándonos en la caída y buscando esos pedacitos de nosotros mismos de un corazón hecho trizas.
Dejemos de soñar pues sólo cuidando el fuego del amor conseguimos que no se apague, evitemos que el viento nos haga volar y al aterrizar, de nuevo, nos encontremos con las cenizas de lo que una vez fue amor.
Un beso a todos los soñadores... y un saludo a mi parte más alejada de la realidad... y que se quede donde ahora está.
Marina
Un manojo de sentimientos incontrolables ahogan nuestra sensatez y nos transforman en pequeños seres inexpertos de la vida y del amor. Da igual cuántas veces hayas vuelto a empezar, da igual cuántas historias hayas dejado en el camino hacia la felicidad... da igual porque seguimos siendo torpes, ingenuos, asustadizos... seguimos buscando el tópico del amor sin darnos cuenta que el amor no es mirarse a los ojos sino mirar hacia un mismo lado. Basta ya de dejarnos soñar, es hora de empezar de nuevo poniendo los pies sobre el suelo de la realidad pues, para sueños ya tuvimos bastante alguna vez... y esos sueños nos hicieron caer como el papel mojado... destrozándonos en la caída y buscando esos pedacitos de nosotros mismos de un corazón hecho trizas.
Dejemos de soñar pues sólo cuidando el fuego del amor conseguimos que no se apague, evitemos que el viento nos haga volar y al aterrizar, de nuevo, nos encontremos con las cenizas de lo que una vez fue amor.
Un beso a todos los soñadores... y un saludo a mi parte más alejada de la realidad... y que se quede donde ahora está.
Marina
Cada día más sabia, niña. Si seguimos así te aseguro que acabaremos siendo filósofas y psicólogas, que nunca sobran en este mundo lleno de quebraderos de cabeza. Aunque recuerda que soñar no es malo, para algo que hay gratis...jeje
ResponderEliminarMarisol
Sí mi niña, pero antes que la psicología y la filosofía... ¡¡promuevo la educación social!! Debo defender mi campo de profesionalidad (si bien en nuestro perfil pertenecemos al gobierno)jiji
ResponderEliminar