A un paso de encontrarte en mi camino, tirando torpemente de mis sentimientos dormecidos vigilo con poca cautela lo que me rodea los sentidos.
A dos miradas infinitas, cortejando con desmesura de mis inquietos ojos a tu tontería.
A tres centímetros de rozarnos, merodeando inútilmente a todo aquello que interponemos como obstáculo.
A cuatro días de tocarte, tachando con inquebrantable pulso los días que se suceden en mi calendario a rotulador rojo fuego.
A cinco segundos de confesarte que te quiero, recurriendo torpemente a frases hechas huecas de mi presencia.
A seis planetas de tenerte, porque lejos estás, tanto que aún no puedo encontrarte.
A siete vidas de la tuya, porque infinitos son los momentos de lucha y esfuerzo para saberte a mi lado.
Marina
A miles de años luz de darte el mejor consejo para saberte a salvo de ese monstruo llamado amor frustrado. Cuídate, mi pequeña.
ResponderEliminarMarisol