"Tú siempre has tenido fe." Me repite la conciencia en los momentos más insospechados. "Tú puedes contra la adversidad", "Hay personas que sonríen si tú lo haces"... miles de frases autoescritas en la conciencia que me crean el hábito de seguir adelante... Y se puede decir hoy que la vida me ha devuelto algo que no pensé volver a reclamarle: suerte. Porque estoy emprendiendo grandes proyectos, porque lo hago alrededor de personas a las que quiero, porque hay quien confía en mí y, sobre todas las cosas, por la mirada de esos niños cuando te preguntan si volverás mañana.
Sí, definitivamente, tengo todas las cosas importantes para ser la persona más feliz del mundo; esos ojos interrogadores que depositan su confianza y seguridad en una insensata de la vida como yo...porque ellos me obligan a levantarme cada mañana para intentar ser la mejor persona del mundo para ellos, porque les quiero, porque sonrío con su sonrisa, porque remurgan si no me quedo hasta la hora de acostarse...porque entre tantas cosas en esa casa siento el calor y el cariño de un niño abránzome el alma.
Gracias a quienes confiaron alguna vez en que podía sacar adelante la ardua tarea de hacer feliz a un niño cuando se desespera, gracias a quienes me han enseñado todo lo que puedo enseñar ahora, gracias y muchas de ellas a mis niños, los que me permiten demostrar al mundo que a pesar de todo también tengo alma.
Buenas noches;
Marina
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