
Teniendo como banda sonora en mis oídos Anatomía de una ola de Antonio Vega, divago en este año que concluye en breve y me hace remontar e imaginar mi año, y el de todos, como una ola.
Una enorme ola que me ha elevado muchas veces y me ha aplastado contra la orilla para que rompiera en mil pedazos todos los pasos avanzados.
No obstante, he aprendido a surfear y, desde entonces, adoro la espuma, el olor a agua salada, el descubrimiento de todos los sentidos que me hacen comprender mi entorno y mi destino.
Hoy, he reafirmado mis olas, mi mar, mis ideas y convicciones dando rienda suelta a la afirmación que me ha dado la vida en este año: que "una misma ola rompe en dos orillas: la alumbrada por sí sola y la alumbrada por bombillas", como bien dice mi gran compositor favorito. Y es cierto que, si bien hay una misma ola... siempre a una de las orillas que necesita alumbrarse para no quedarse a oscuras.
Mientras, comenzaré un nuevo año alumbrada por el arropo de aquellos que me tendieron la lancha cuando me arrimaba a las rocas donde rompería en mil pedazos de espuma.
Gracias a todos y feliz año.
Marina
Una alma con luz propia no debe dar las gracias, pues sola se sirve para salvarse. Nosotros solamente te hemos dado empujoncitos!
ResponderEliminar