Y hablarle al viento, niño,
sin decir lo que siento
pero asegurándote que no miento,
pues lo que ves, es lo que hay,
aunque no muestre todos mis laberintos,
a pesar que para ti no soy misterio,
ni enigma que intriga,
ni jeroglífico que resolver.
Se pasean mis dudas,
desnudas,
sin ropa ni maquillaje alguno,
cristalinas, puras, sinceras.
No quiero saber dónde andas,
no anhelo conocer tus secretos,
no ansío saber quién, sin saberlo,
ocupa tus pensamientos y sueños.
La decisión es la correcta,
enterrar sentimientos,
ocultar amor,
¿para qué mostrar algo no correspondido?
Olvidarme de mí misma,
de un corazón que no aprende,
dejar de derrumbarme en cada lágrima,
sin conocer el motivo.
Olvidar, ¿pero qué?
Algo que tú ignoras,
algo que hace algún tiempo llevo dentro,
pero algo que no sucederá.
Por miedo, por dudas, por tonta.
Porque todavía, sí,
todavía siento...
Marisol 20-02-2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario