Ligeras alas
de azul celeste
se comprometieron
a un cielo azul eléctrico,
indomable caballero
de rostro serio
y ojos sinceros.
Se enamoró la niña,
una vez más,
de quién no está a su alcance.
Niña dormida, niña miedosa,
has perdido esa inocencia necesaria
para enamorarte bien, sin daño,
para amar sincera,
sin heridas ni huellas,
sin puzzles de corazones rotos
ni ilusiones truncadas.
Te enamoraste una vez más
de quien ignora tu existencia.
Tú, mi niña, lloras amargas sonrisas
mientras murmuras "duele".
Marisol 02-04-2009
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Y quien sabe, niña, si las palabras de dolor quedaran en ese tren... pues no hay mas que mirar a los ojos de esa chiquilla asustada para ver en ella un inmenso ocenano de esperanza, pues de ese mar salen peces con sabor a libertad, y olas que en su murmullo contra las rocas, mencionan, entre susurros suicidas, algo parecido a: la suerte de mi vida es ser una barca a la deriva de tus olas de nostalgias.
ResponderEliminarTu carcelera, pa que te enteres de lo que vale esa chiquilla enamorada... y un tanto dolida.