
Cuánta magia hay en una mirada sincera... cuántas cosas que se pueden perder en los resquicios del aire intentando atrapar los sentimientos de quien delante se siente.
Cuántas cosas importantes pueden parecer tonterías cuando alguien especial te sonríe y te regala un instante de paz.
Cuántas idioteces se pueden decir o cometer por llamar la atención de quien te late tan dentro.
Cuánta culpa cuando tienes un corazón dividido y no sabes a qué dirección tienes que colocar tus remos y, entonces, te dedicas a dar vueltas en el océano de la quietud.
Cuántas gracias se pueden dar cuando un abrazo te reconforta durante toda una vida.
Cuántas frases hechas se pueden pronunciar cuando lo que quieres decir no está permitido.
Cuánto y cuánto de todo para luego no encontrarte nada real, nada tangible... porque ilusa sigues esperando el milagro de poder volver a querer con sensatez... y das retazos a todo lo que te rodea y te mareas y te desconciertas y luego... después de todo el cansancio acumulado, después de tanto jugar a ser adultos cuando aún no se está preparado....después...y sólo después, te descubres sonriendo a quien te hace llorar por dentro y sientes, sólo por un instante, que ya no importa porque la magia es más fuerte hoy... de mañana, quizá, no hay por qué hablar.
...Sólo después... sólo por ese instante, eres feliz.
Marina
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