
Rompe en mis rocas tu mar intranquilo de verdes algas que inundan mi tez blanca de piedra lisa. El cielo es el manto que acuna las almas perdidas y las estrellas los cirios que guían la esperanza entre horror de tierra mojada y herida. Descansa mi espalda al acariciar el helado mar de tus besos de hiel...Enfrías mis sentidos, aceleras mis latidos y, entre delirio y delirio, suplico un silencio lleno de amor. Ni silencios ni palabras, abrasaste esta tierra que hoy día es ya árida.
Marisol
Marisol
Mejor sería optar por un lago... generalmente suele estar más tranquilo... las aguas te permiten verte y no perderte de vista y... puedes descansar en los labios de su tranquilidad... quizá, digo, sea el momento perfecto para que el navegante marinero de tu corazón encauce su barca a aguas más tranquilas...
ResponderEliminarY dejando el "paripé" de psicóloga barata... Alucinante... espléndido... majestuoso...
Chapó!!!!!!!!!!!!
Marina