DE MELANCOLÍA INOPORTUNA

Corrientes sensaciones recorren mi cuerpo. Nostalgias acumuladas a lo largo de mi vida...

Momentos mundanos atraviesan mi regazo... extraños momentos de mi vida han quedado allá marcados... en el corazón, creo, o en algún lugar que se le asemeje.

Paseos sin sentido por las calles, desnuda el alma y descalzos los pies... dejándolos sentir la cruel realidad de cada paso...

Insanos los recuerdos que se acoplan a mis neuronas... sentimientos hasta hoy nunca apagados.

Y recorro poro a poro de mi piel, buscando en algún mílimetro de mi vida un lugar por donde dejar escapar el horror de mis pasos pasados... dejando la oportunidad a mis lágrimas para que sequen aquellos momentos...

Dirijo mi vida lo más lejos que puedo de mi pasado, pero siento que es la sombra que se acopla a mi silueta... la siento cerca y quiero echarla de aquí.

La angustia galopa feroz sobre mi rostro... el miedo de sentir lo que se mató, de nuevo, las ganas locas con las que se me llenan las manos para arrancar esos pedazos de mí misma.

Errores que siempre viajan en mi mochila... por mucho que los olvide a conciencia en el desván... solitos se esconden en los bolsillos interiores... casi, allá, imperceptibles...

Y suerte de mí que al finalizar el camino encuentro una sonrisa amable que me presta sus zapatos, unas manos que vacían las mías... un corazón que me arrebata con delicadeza la maleta para que el peso no recaiga sobre mi espalda ni un minuto más...

Suerte de mí que hay quien me cuida.

A todas esas personas especiales que andáis a mi lado sin hacerme tropezar... gracias...

MARINA