Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

lunes, 14 de diciembre de 2009

un poco más...


Hoy no hay melodías en mis palabras, hoy no hay canciones que hablen por mí, hoy no hay motivos para esconderme entre parajes que otros inventaron para refugiarse. Hoy soy yo.
Pues ya bastaron las monedas falsas que intenté vender, ya bastaron los momentos en los que acallé mi corazón y mi vida.
Sí, yo también siento. Yo también lloro, yo también sufro… y también amo. Y no por intentar levantarme cada día del suelo significa que no caiga, siempre, de nuevo.
¿Y qué? ¿Qué importa que otros lean en mis ojos el miedo a ser quien nunca he querido ser? ¿Qué importan las cortesías entre los resquicios del corazón?
No, no importan.
Como tampoco importa que quiera salvar distancias cuando el miedo lleva un nombre propio, cuando el dolor camina, tiene manos, toca. No importa que haya almas desalmadas, que siguen volando con no se qué alas… y tampoco importa que mis miedos sean reconocer quién fui yo… y quien nunca he dejado de ser.
Hay un mal que nos acecha a todos y ese no es el odio, ni el amor aunque haya personas que crean que amar es debilidad… no, no, lectores… ese se llama Victimización.
¡Eco le qua! O como se diga… que no hay más que mirar en nosotros mismos para ver que una pelea la consienten dos personas, que una ruptura de pareja son el par el que rompe, que cuando uno sufre por alguien sufre porque consiente el sufrimiento… porque no hay excusas para sentir, ni para hacer… que no existe el amar demasiado… se ama o no se ama, ni tampoco la excusa barata de “yo quiero a mi manera” ¿y qué manera es esa me pregunto yo? ¿Y qué decir de todo eso de que el amor lo hemos desgastado de querernos tanto? El amor, queridos no se desgasta ni se consume, el amor se mata a palazos, el amor se mata con la indiferencia, con el miedo, con la frialdad. El amor lo mata unas manos heladas y un corazón seco. El amor lo matan las mentiras y los engaños. El amor lo mata quien no sabe amar. Así muere el amor, queridos, así es como se suicida el amor, y la amistad, y el compromiso… y todo aquello que implique sentir, fluir… ser.
Si lo pasas mal, querido lector, porque hay un rencor y una impotencia que te consume, pregúntate con sinceridad: ¿Permití que se burlara de mí? ¿Fui yo quien di una oportunidad a quien no debí darle nada? ¿Fui yo quien se engañó realmente?
Preguntaros, también, si todo ello se debe a enamorarse del otro y no de uno mismo, como debiera ser. Así pues, no nos engañemos… el amor no muere… se mata… y dejamos que lo haga dentro de nosotros, impasibles, temerosos hasta que quedamos exprimidos, nosotros y nuestro corazón.

Marina

2 comentarios:

  1. Después de leer esta entrada dos veces, me sigue dejando sin palabras. A veces se me quedan cortas al no poder expresar lo que quisiera, niña. Lo único que puedo decirte es que te escucharé cuando lo necesites y cuando no lo necesites, te seguiré escuchando también.

    Hay personas que no saben entender absolutamente nada, ni siquiera comprenden el daño que están causando porque no son capaces de quererse a ellos mismos. Así, van por la vida como pobres víctimas y objeto de la compasión de los demás. Parece ser que si no les compadecen, no se sienten vivos. Parece ser que si no se les considera buenas personas, siguen destruyéndolo todo a su paso hasta obtener la última lágrima de un corazón cansado de aguantarles.

    No debes temer, pues con tu sola presencia atemorizarás a quien te debe respeto y más de una disculpa. Sigue luchando, pero a partir de ahora, lucha libre y por ti.

    Marisol

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  2. Tienes razon, hacerse la victima no sirve de nada, hay que plantarle cara al asunto (o huevos como se dice vulgarmente) y zanjar el problema de raiz. Muy inspirador.
    Saludos guapa
    pd: soy jaume, es que no se para que usaba la cuenta del google, para algo friki o perverso supongo xD

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