Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

viernes, 11 de diciembre de 2009

Increible



Y era increible, se encontraba una vez más en aquel lugar donde había esperado tantas veces al tío más inquietante e imbécil del mundo: su ex. Y como una burda y absurda burla del destino, allí estaba él, pero acompañado por una chica que se le daba cierto aire, seguramente un aire friki. Hubo algo que le llamó la atención, sí, eso era, él llevaba la camiseta que le había regalado para su cumpleaños, aquella que tanto le había costado encontrar. Sonrió irónicamente, no podía creer que tuviera el descaro de llevar puesto un regalo de su antigua ex, simplemente le pareció tan absurdo como haberle querido tan locamente en un tiempo ya muy alejado del presente. De repente, recordó sus palabras en una tarde de enero: "T'he comprat una altra cosa perquè et mereixes algo millor, més digne de tu". La frase que en el pasado le pareció encantadora, ahora la encontraba de mal gusto. Sobretodo, después de abrir el regalo, que, ¡tachán!, resultó ser ¡¡¡¡un CD del grupo favorito de su ex novio!!!!! Aquello le encogió el alma en aquel entonces y ahora la hacía bendecir al chico por haberle mostrado tan claramente que le importaba más bien poco, tal vez la había dejado de querer hacía mucho tiempo.

Y ahora, sí, era increible, volvérselo a encontrar en aquella plaza que se presentaba más vieja y descuidada a medida que los años pasaban. Se armó de valentía y le saludo con su mejor sonrisa, sorprendiéndose a sí misma de lo buena actriz que podía llegar a ser. Pero algo la sorprendió aún más: ella ya no sentía nada por aquel chico que se le antojaba tan desconocido; ni amor, ni odio, ni rencor, ni siquiera la decepción de un amor fallido; absolutamente nada. Así que, al descubrir este magnífico sentimiento, sonrió sincera y plenamente; ya no fingía. La cara del chico estaba bastante desencajada, tanta claridad le había cegado.

Marisol

1 comentario:

  1. Sólo hay una cosa que desencaja a los entes desgraciados: la FELICIDAD DE QUIENES SUFRIERON POR SU GELIDO CORAZON.

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