
“En uno de sus raros escritos, sufí Hafik comenta que el camino del ser humano en la tierra está lleno de contradicciones y desafíos que sólo pueden superarse en la medida en que cada uno admite ser el único responsable de sus decisiones: ”.
Este texto lo he extraído de una columna en XL Semanal escrita por Paulo Coelho, un hombre sabio, desde mi parecer. Teniendo en cuenta que podría poner el grito en el cielo por hablar del hombre como si no hubiera mujeres inteligentes, entiendo que no hay mayor verdad que esta.
Creo que las personas que se detienen más en ser como otros y no en ser como uno mismo es que se encuentran tan vacías en sí mismas que el abismo que han creado en su interior les aterra y, claro está, con razón. A mí, no me gusta seguir los pasos de nadie, me gusta crear mi propio camino con las señales de los demás que han cruzado puentes parecidos, y no es que me considere más o menos inteligente que nadie, pero sí que me siento realmente auténtica.
Sin dejar de lado conceptos tan importantes como el autoconcepto, he podido comprobar que hay personas que se encuentran tan perdidas que no son capaces de encontrarse y lo que hacen es intentar encontrar a otras personas… y en el camino pierden más de lo que habían podido ganar y nunca recuperan todo lo que habían podido perder… un círculo vicioso en el cual el hecho de ser uno mismo ya carece de importancia.
A veces, intento descifrar el comportamiento de estas personas que tengo a mi alrededor y que me irritan la paciencia, y, con sumo cuidado, mantengo al margen mi egocentrismo para poder pensar que bastante tienen ya con no poseer ni pizca de inteligencia emocional, como para que me vengue de absurda rencillas…
Es un proceso de madurez, tal vez, el hecho de saber que hay personas a tu alrededor que van a seguir perdidas e intentando encontrar quién sabe qué en tus límites, en tu impaciencia y, en extremos casos, en tu dolor… si es que se dan cuenta.
A todo esto, una referencia de gratitud a aquellos iluminados por la incertidumbre de no saber quienes son, por inspirar tantas veces mis palabras… un fuerte abrazo y… encontraos.
Este texto lo he extraído de una columna en XL Semanal escrita por Paulo Coelho, un hombre sabio, desde mi parecer. Teniendo en cuenta que podría poner el grito en el cielo por hablar del hombre como si no hubiera mujeres inteligentes, entiendo que no hay mayor verdad que esta.
Creo que las personas que se detienen más en ser como otros y no en ser como uno mismo es que se encuentran tan vacías en sí mismas que el abismo que han creado en su interior les aterra y, claro está, con razón. A mí, no me gusta seguir los pasos de nadie, me gusta crear mi propio camino con las señales de los demás que han cruzado puentes parecidos, y no es que me considere más o menos inteligente que nadie, pero sí que me siento realmente auténtica.
Sin dejar de lado conceptos tan importantes como el autoconcepto, he podido comprobar que hay personas que se encuentran tan perdidas que no son capaces de encontrarse y lo que hacen es intentar encontrar a otras personas… y en el camino pierden más de lo que habían podido ganar y nunca recuperan todo lo que habían podido perder… un círculo vicioso en el cual el hecho de ser uno mismo ya carece de importancia.
A veces, intento descifrar el comportamiento de estas personas que tengo a mi alrededor y que me irritan la paciencia, y, con sumo cuidado, mantengo al margen mi egocentrismo para poder pensar que bastante tienen ya con no poseer ni pizca de inteligencia emocional, como para que me vengue de absurda rencillas…
Es un proceso de madurez, tal vez, el hecho de saber que hay personas a tu alrededor que van a seguir perdidas e intentando encontrar quién sabe qué en tus límites, en tu impaciencia y, en extremos casos, en tu dolor… si es que se dan cuenta.
A todo esto, una referencia de gratitud a aquellos iluminados por la incertidumbre de no saber quienes son, por inspirar tantas veces mis palabras… un fuerte abrazo y… encontraos.
Marina

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