Los humanos podemos resultar de lo más curiosos, tan sólo hace falta ver que nuestra curiosidad nunca se sacia...siempre buscamos algo más allá que alimente nuestras ansias de conocer todo acerca de absolutamente todo. El misterio nos encanta y nos cautiva hasta tal punto que nuestras vidas perderían esa chispa que tienen. ¿Qué sería de nosotros sin esos eternos interrogantes cotidianos o aquellos no tan cotidianos? Pobrecitos de nosotros, siempre complicándonos la vida hasta para las cosas más sencillas...¿ no sería más fácil dedicarnos a disfrutar de la vida sin complicarnosla tanto? Y sobre todo, ¿ por y para qué esas ansias de intentar averiguar coas que no nos incumben? Maldita curiosidad...tan ladrona pero tan necesaria....
Marisol
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