
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
José Agustín Goytisolo
Goytisolo, gran poeta. Aquí os dejo uno de sus poemas más bellos, el de un padre a su hija.
Marisol
Gracias, compañera, por compartir la inteligencia de unos pocos y el gran corazón de un poeta, que no hay quien no sepa expresar lo que siente...tan solo la falta de palabras puede indicar la falta de voluntad de entregar un amor condicional como el de un padre a una hija.
ResponderEliminarDoy fe de todo lo que en el camino nos encontramos, según este afable poeta, doy fe, sí, de tan solo una cosa:aún es posible ser feliz.
Brindo por ti y por todos los que encuentran anhelo en grandes palabras y pequeños gestos pues el día a día nos lo hace la sonrisa ingenua de quien nos quiere a pesar de cuantas veces nos equivoquemos.
Marina