PRIMER CAPÍTULO
Sara es aparentemente una chica muy normal.
Estudia en el instituto Las Rojas que queda a unos escasos diez minutos de su casa.
Sara vive con su padre y con su hermana mayor.
Sara es una chica que siempre sonríe... pocas veces las personas que la conocen la han visto con el halo de tristeza que acompaña a medio mundo... y, ella, lo sabe.
El hecho de que haya querido escribir sobre la historia de Sara y no sobre la de alguna de sus vecinas y amigas como Paula, Laura o Iris es, sencillamente, porque si historia dista mucho de ser estrambótica y novelera... su vida es normal, común, realmente singular... Si no fuera por las circunstancias que la han rodeado toda la vida.
Es curioso ver en Sara y no en sus amigas ese aire de felicidad, ella siempre está contenta. Tiene cada día un motivo diferente por el que ser feliz.
No obstante, no quiero aburriros con las grandes cualidades de esta genial muchacha... es importante que vosotros mismos lleguéis a la conclusión adecuada para cada uno de vosotros.
Para empezar a relatar fielmente todo el mundo de Sara es conviente que yo misma me presente... de lo contrario... ¿qué sentido tendría todo esto?
Mi nombre es Graciela, soy la orientadora del instituto Las Rojas y conozco muy bien la historia familiar y la vida de cada uno de los muchachos que estudian y han estudiado en este centro pues son pocos alumnos y todos de la misma barriada.
Aún recuerdo el primer día que entré en este instituto. Todo lo nuevo, generalmente, me fascina... y en esta ocasión no podría hacer una excepción.
Recuerdo perfectamente que andaba un poco desorientada y no había forma de encontrar el despacho que me ayudaría a comprender un poco más la realidad adolescente para mi tesis doctoral.
Allí estaba yo, girando sobre mí misma como una idiota medio mareada de dar tanta vuelta a mi propia circunferencia. Al darme la vuelta allí me encontré con una chica de mirada dulce, sonrisa abierta y ojos grandes y profundos color tierra. Me puso una cara divertida y me preguntó:
- ¿Necesitas ayuda?
- Sí, gracias. ¿Dónde se encuentra el despacho de orientación?
- Justo delante suya, aquí.- Me señaló la puerta de enfrente con una sonrisa muy sincera. En ese momento supe que esa chica era especial.
Marina
Woooooow!!!! se t qedan las ganas d saber q tiene d especial Sara ejjeje
ResponderEliminarsige sige MaRiina!!