
Me miras y te ríes de esta inmadura insensatez que se desliza por mis labios. Te deseo y te lo hago saber a la par que tú me dejas adivinar en esos ojos que simplemente te hago reír. Alimentas este instinto por el que me rijo...me dirijo hacia un camino en el que inevitablemente acabaré chocando contra una realidad más que dolorosa. Pero aún así sigo adelante, nada me podrá detener excepto tus labios. Ya ves, aquí estoy esperando un latido de más y deseando que un día me eches de menos. Ya me ves...aquí suspirando un mirada que no se burle de mi existencia. Ya ves, aquí me tienes...sin más...y con menos.
Marisol
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