
Recuérdame siempre como esa niña que volaba como las cometas, recuerda que en mis ojos quedaban trazos inocentes de todo lo que te quería... Recuerda que en mis noches llegué a suspirar por aquel amor que aún no se presentaba en mi corazón... un amor futuro que mi alma ya sentía...
Recuerda entre páginas blancas, una mano temblando escribiéndote una despedida. Recuerda que entre tus brazos yací en silencio por miedo a que el ruido desconcertara a mis fantasías.
Recuerda que en sueños nuestro deseo se encontraba, se entrelazaba y se arrollidaba gritándole a la vida una oportunidad ahora ya vacía.
Recuerda, recuerda y no olvides que yacieron en mis ojos ese ardiente deseo de abrazarte mientras dormías...
Recuerda todo esto y todo aquello pues ya se disiparon los retales de aquel amor navegante entre tantas orillas...
MARINA
No permitas que algo tan sincero quede tan sólo en tus recuerdos, ya sabes que esas mareas siempre vuelven, siempre. Coge a tu niña interior y abrázala fuerte, creo que lo necesita. Un gran abrazo, compañera!!
ResponderEliminarMarisol