Do you believe?

I don't believe in perfect love. But I do believe that there are people whose lives are inextricably intertwined.



Dawson's Creek

martes, 20 de octubre de 2009

EL CURIOSO CASO DE UN IDIOTA ILUMINADO


Diviso en un rincón oscuro a alguien que se queda fijado en una pared atemporal, un chico cabizbajo reflexionando sobre los obstáculos que nunca va a poder superar y hoy se arrepiente de todo y, también, de nada.
Creyendo que su alrededor es hostil y no le comprende, estancado en una adolescencia y sumergido en una realidad virtual nada paralela a la suya, va creando fantasmas con los que lucha constantemente sin escudo y sin espada.
Teniendo a mano una metralleta sin munición, un filo de cuchillo que no corta, y unos amigos, a su ver, que no tienen tanto de eso, se va alejando del campo de batalla que ha creado en su propio videojuego. Ya no sabe separar, quizá, realidad de ficción.
Aún no se ha atrevido a mirar a su alrededor porque le rodean muchos errores cometidos y ninguno enmendado y, al otro lado del campo de batalla, tras un cristal blindado, se encuentra una chica. Una muchacha que, con cada error que él mismo comete, más alta y fuerte se vuelve.
Al principio la veía inofensiva, agradable, incluso, algún personaje secundario en su trayectoria virtual que le pudiera servir de acompañante solucionador de obstáculos…
Ahora, tras haberse dado cuenta ella misma de que estaba dentro de su propia historia y no dentro de la suya, se había separado de su mano, como una caricia, y le había hecho prometer algo que él sabía nunca iba a cumplir.
El muchacho sigue mirando ese enorme muro de cristal por donde puede ver a la gigante llorando, derrumbada en su suelo frío… y levantándose de nuevo, para emprender su camino. Aunque él vea en sus ojos poco rastro de crueldad, se le antoja su enemiga, pues sabe que en la batalla del corazón no podría competir con su corazón podrido y empequeñecido… y aun no sabía la forma de hacerlo grande y fuerte, como el de la muchacha que un día fue de su mano.
Ella lo ve, se acerca al cristal y le mira con curiosidad, sin ninguna posición bélica que pudiera asustarlo pero, aun así, él se asusta, retrocede, y empuña inútilmente su metralleta y su cuchillo poco afilado y, hecho el salto de batalla corre en dirección opuesta… corre hacia la nada.
El muchacho desorientado, como de costumbre, huye… mientras la gigante inofensiva va cobrando en su mirada rastrojos de rabia y frustración luchando ella misma con su corazón para no permitir que aquella indiferencia empequeñeciera su corazón y lo pusiera a la altura de aquel eterno perdedor.

1 comentario:

  1. Serías una psicóloga de las buenas, ¿no te planteaste nunca estudiar psicología?

    Marisol

    ResponderEliminar